Tenemos una buena historia
Todos tenemos una buena historia que contar, pero una buena historia por sí sola no garantiza el éxito.
Requiere mucho más: conectar identidad e imagen, memoria y proyecto, coherencia, emociones. En el entorno religioso y educativo tratamos de contar nuestra “buena historia” y convertir la palabra y la acción de la Iglesia y de la escuela católica en un acontecimiento relevante, que emocione e interese a las personas y a la sociedad de hoy, que propicie encuentros significativos, como hizo Jesús de Nazaret.
Él tenía una buena historia y supo comunicarla bien, fue capaz de redescubrir lo esencial y expresarlo de forma nueva, transparente, comprensible, cercana. A lo largo de la historia muchos han recogido el testigo y en ese “Id y anunciad” han comprendido que lo esencial es nuestro mensaje, pero que para que llegue a los demás debemos cuidar también cómo se comunica, cuándo, dónde, por qué… los responsables de instituciones religiosas y sus fundadores saben muy bien de qué estamos hablando.
Santa Teresa de Jesús y José de Calasanz fueron grandes comunicadores conscientes de que el poder de las ideas es impresionante, pero también la relación entre la identidad de las instituciones y su modo de comunicarla. Salir al mundo y expresar lo que somos, nuestra esencia, es clave, y así lo reflejaron en numerosas cartas y en documentos y libros que permiten una comprensión profunda y clara de su obra.
En el Congreso “Emociona” tendremos la oportunidad, y el privilegio, de escuchar a Asunción Codes y Pedro Aguado, coordinadora general de la Compañía de Santa Teresa de Jesús y superior General de los Escolapios, respectivamente. Ellos, siguiendo la estela de sus fundadores, permanecen en constante búsqueda de nuevas formas de comunicar en el entorno religioso y educativo que se adapten a la sociedad y a los alumnos de hoy.
Seguramente en esa búsqueda han descubierto que no se enamora persuadiendo, se enamora mostrando, narrando, generando experiencias que emocionen, como las de sus fundadores, capaces de mover a las personas.
Queremos que en el XIV Congreso de EC nos transmitan sus conocimientos y experiencias de modo que puedan servir a aquellos que trabajan directamente en la comunicación de instituciones de Iglesia o de centros católicos, pero también a cada uno de nosotros, porque todo y todos comunicamos. Nos facilitarán claves para transmitir adecuadamente nuestra identidad y misión a nuestros alumnos, a nuestra comunidad educativa y a la sociedad en general; y reflexionarán sobre la comunicación y difusión del ideario.
La Iglesia ha sido y es una realidad noticiable. La llegada de las redes sociales, además, ha aumentado las oportunidades de comunicarnos con miles de usuarios que esperan escuchar nuestra “Buena Noticia”. Las instituciones de Iglesia y los centros educativos católicos tienen un apasionante camino por recorrer que, en esta ocasión, recorrerán de la mano de Asunción Codes y Pedro Aguado.